Ha pasado casi un año desde que inundamos Madrid. Gente de toda España salió en masa a exigir sus derechos, a mostrar su enfado más que justificado. Diversas organizaciones e incluso partidos políticos, cada uno con sus siglas, reforzaron y organizaron multitudinariamente esta gran marcha por la dignidad.Izquierda Unida y el Partido Comunista de España participaron de manera numerosa, reforcé su cortejo como miles de personas hicieron y ninguno de los miles que reforzaron este cortejo tuvieron problema en caminar al lado de personas de otras organizaciones, no había ningún complejo, anduvimos junto a compañeros de diversas organizaciones y diversas ideologías.
Un año después todo parece haber cambiado, parece que las siglas (las de algunos, claro está) se han convertido en algo que esconder, parece que olvidamos el ambiente de fraternidad entre obreros que el año pasado se vivió, pues un año después y unas cuantas heridas en nuestra organización más (heridas que no nos han debilitado, si a caso nos han depurado organizativamente) saldremos en masa a las calles, el 21 de marzo de este 2015, sin nada que esconder, con todo que reivindicar.
Llevamos un año a hostias (sí, nos están dando hasta en el carné de identidad), pero nosotros no somos de hacer política en los platós, el único programa que reivindicamos es el que recoge nuestras propuestas y que es nuestro plan de gobierno y de verdadero rescate de la clase obrera, ese lo defendemos hasta la muerte. Así que pueden seguir dándose palos los politólogos en el plato del enemigo, pueden seguir discutiendo banalmente con la derecha mediática, que nuestra batalla no está en ningún show televisivo, nuestra batalla estará el 21 de marzo en las calles de Madrid.
Tras tantos meses de hablar de “unidad” no hemos logrado nada, más que matarnos. Y todo tiene su raíz en que estamos buscando la unidad en los platós de televisión entre los líderes de los distintos partidos, cuando la única unidad hacia la que debemos caminar es la unidad en las calles, la unidad de acción en la protesta social, la unidad entorno a unas reivindicaciones como pueden ser el pan, el techo, el trabajo y sobre todo, la dignidad.
Después de un año de retroceso unitario y de recorrer el camino inverso es hora de que volvamos a caminar hacia la dignidad este 21 de marzo y en el camino de la dignidad posiblemente muchos, los que de verdad merecen la pena, nos encontraremos. Cada uno con nuestras siglas, cada uno con nuestras ideas, cada uno con una bandera, pero todos, absolutamente todos los que nos encontremos ahí, bajo una pancarta enorme que encabece la lucha social, la ruptura de la clase trabajadora con el sistema, una enorme pancarta en la que ponga “DIGNIDAD”.
Yo, con mi bandera del PCE, vuelvo este año a las Marchas de la Dignidad.